FHH., empresario de 56 años de Madrid, se encontraba en una situación realmente complicada después de haber contraído una importante deuda al avalar personalmente diversos créditos en una sociedad de la que era socio. Tras años de intentos por superar la adversidad, se vio abocado al cierre de la actividad y a asumir más de 4,5 millones de pasivo.
Tras el análisis de su situación económica y personal (recién divorciado y con la liquidación de los gananciales aún pendiente), se intentó extrajudicialmente un acuerdo con los diversos acreedores, que, sin embargo, no aceptaron. De este modo, la vía concursal se perfiló como la única solución a su situación.
Tras un análisis de la situación se solicitó un Concurso de acreedores para persona física y posteriormente se solicitó la exoneración de las deudas remanentes, acogiéndose a la Ley de la Segunda Oportunidad. Finalmente, la sentencia le permitió obtener el perdón de la totalidad de la deuda impagada a través de la Exoneración del pasivo Insatisfecho EPI.