El análisis previo como condición necesaria en el Concurso de Acreedores
Antes de presentar un Concurso de Acreedores o solicitar la Ley de la Segunda Oportunidad, es imprescindible realizar un análisis detallado de la situación patrimonial y financiera. Esta fase no es un simple trámite: constituye el fundamento sobre el que se apoya todo el procedimiento.
En Concursalex hemos comprobado que la diferencia entre un resultado positivo y un fracaso suele estar en la preparación inicial. Un inventario incompleto, una deuda omitida o una operación mal documentada pueden abrir la puerta a impugnaciones, dilaciones o incluso a la denegación de la exoneración. Por eso, el análisis previo exige examinar cada activo, cada deuda y cada movimiento económico reciente. Solo con una fotografía completa es posible diseñar una estrategia jurídica sólida.
Puntos críticos que hay que analizar para una buena una preparación del caso
Los tribunales valoran la transparencia y la buena fe como principios esenciales. La ley exige que el deudor facilite información clara, sin omisiones ni contradicciones. Cualquier irregularidad puede interpretarse como ocultación y poner en riesgo el objetivo principal: lograr una reestructuración viable o una exoneración definitiva de las deudas.
Entre los riesgos más habituales encontramos:
- Bienes no declarados: descubiertos por acreedores o por el administrador concursal, generan desconfianza inmediata.
- Operaciones sospechosas: ventas de activos a familiares o transferencias poco justificadas, que pueden ser anuladas o impugnadas.
- Deudas fiscales o laborales: con un tratamiento especial que requiere una planificación previa para no frustrar la solicitud.
- Avales y garantías: que pueden afectar no solo al deudor principal, sino también a terceros vinculados.
Una preparación deficiente no solo incrementa los tiempos y los costes del procedimiento, sino que puede desembocar en la pérdida del derecho a la segunda oportunidad
Un enfoque meticuloso para asegurar resultados
En Concursalex entendemos esta preparación como una parte esencial del servicio. Nuestro trabajo no empieza con la presentación en el juzgado, sino mucho antes, revisando con el cliente todos los factores que pueden comprometer el éxito de la operación. Solo con esa base se puede avanzar hacia un concurso o una segunda oportunidad con verdaderas posibilidades de alcanzar la exoneración o la reestructuración deseada.